Por Pablo Menéndez. “En tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos donde todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos” esta letra del autor Fito Paez, nos demuestra que sigue todo igual. Más aún cuando uno observa como en la dirigencia política han hecho un cabildo a cielo abierto para mostrar sus diferencias dentro de los mismos espacios políticos, no importa cual, todos han tomado esa actitud de decirse de todo a través de los medios afines o no, todo vale.

Es lamentable que en vez de debatir ideas o proyectos para nuestra sociedad, vemos como dirigentes se enojan más por la incorporación de un gobernador a un cierto sector, o en otros casos es por las ya desgastadas PASO, que lamentablemente, un espacio de debate que tiene la democracia y con los vaivenes de los que toman las decisiones, se fue desvirtuando su valiosa implementación para que el votante ponga en su sitio a cada dirigente que se expone a una precandidatura.

Como en todo aspecto de la vida, para empezar algo nuevo, debe morir lo viejo, en la política también le cabe esta apreciación, para vigorizarla se necesita nuevas propuestas para darle un aire fresco a una política que tiene hoy una distancia abismal con la realidad de la sociedad, que encima debe ver asombrada como se discute precandidaturas, sin saber a ciencia cierta para que se presentan, si es por capricho personal o porque creen que ocupar una presidencia, gobernación o intendencia es algo banal.

Estamos a días de cierre de listas, luego de su conformación, anhelo que la campaña que se avecina se debata de cara a nuestros habitantes que tipo de proyecto político se piensa para General Alvarado. Porque últimamente, ha aparecido una nueva faceta de hacer política que son “los caranchos”, para estos actores, no existen propuestas serias y sustentables. Solo los motiva el “carancheo”, los que están a la espera de una oportunidad, no les importa de que se trata, que sucedió, ni cuales son los niveles de responsabilidad, para estos personajes todo les sirve para hacer uso de la política rastrera.

Cuales son las características de estos que se dicen “representantes del pueblo”, están siempre detrás de episodios que aunque sea de otro orden, tanto policial o judicial, tratan de sacar una tajada a toda costa. Otro punto que utilizan son ante un hecho circunstancial hace rápidamente un pedido de informes, sin estar enterados de la situación y ni hablar de buscar alternativas que mejoren la situación.

Otra particularidad es mostrarse como solidario en algunas situaciones extremas y después como arte de magia, desaparecen y vuelven a aparecer cuando ven otra oportunidad. Ahora bien, veremos como logran transcender con esta forma de hacer política. La respuesta es clara, este procedimiento es de vuelo corto, porque la sociedad más temprano que tarde se da cuenta que estos dirigentes políticos lo único que buscan es una efímera notoriedad.

La política es otra cosa, es trabajar en forma consensuada, buscando soluciones. Pensar una ciudad para el presente con vistas al futuro. Debatir temas de sustentabilidad en el tiempo, poner en el tapete de discusión que queremos para las ciudades del distrito. Buscar los canales de comunicación con organizaciones intermedias y diferentes asociaciones para conocer su mirada de la situación. Ser receptivos de propuestas de otros actores sociales. Esta tarea es más compleja, lleva más tiempo de análisis, sin embargo de eso se trata los que abrazan la política para mejorar la calidad de vida de todos.

Los “caranchos” quizás no entiendan lo que este cronista expresa, ya que para ellos es demasiado tarea ponerse a pensar, es más fácil el golpe bajo.  Sin embargo pese a todo lo expresado, apuesto a la necesidad de repensarnos, reinventarnos y revisar nuestros actos.

Tengamos en cuenta que “las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada”. El camino de la credibilidad, para que nuestra sociedad miren con otros ojos a la política, es, justamente, el de poder escuchar a nuestros representantes, hablando y debatiendo proyectos, estrategias e ideas, lo demás es distanciarse, aún más. Cada uno sabrá que hacer con su andar dentro de la política. Porque como ya dijo Paulo Freire: “Nadie se salva solo, nadie salva a nadie, todos nos salvamos en comunidad”