El psicólogo Gervasio Diaz Castelli analizó los diferentes significados e interpretaciones de cada uno de ellos. El inconsciente influye más que la conciencia

John Grinder, un anglicista estadounidense conocido principalmente por ser el cofundador de la técnica denominada Programación neurolingüística, describió alguna vez: “Se vive en una cultura que cree que la mayor parte de todo lo que hacemos está manejado por la conciencia; sin embargo, lo que mejor hacemos está influenciado por el inconsciente“.

“Los sueños son -por un lado- la realización de ciertos deseos y fantasías conscientes o inconscientes que suceden en la vida cotidiana”. La frase es del psicólogo y escritor Gervasio Díaz Castelli, presente en el séptimo envío del exclusivo ciclo de Infobae ” Temas cotidianos al diván en 1 minuto, quien extendió su pensamiento explicando que “cuando se está en duelo por un ser querido y se sueña con esa persona, reaparece o simplemente está presente en la vida cotidiana”. “En este caso es la realización de deseo que expresa en que, en el sueño, ese ser amado está vivo nuevamente”, agregó.

“Cuando nos vamos a dormir y nos desenchufamos de la realidad, nos metemos en el mundo de los sueños, del inconsciente. Es allí donde habitan los sentimientos y conflictos más profundos del alma“, afirmó el psicólogo. También agregó que “otro ejemplo que representa la fantasía de los sueños es el paradigma de un joven que desea a una mujer, pero no puede acceder a ella. El sueña que la posee amorosamente y así compensa su frustración y realiza ese deseo”.

Igualmente, los sueños son también un intento de elaborar acontecimientos traumáticos. “Supongamos que un soldado, luego de la guerra, empieza a soñar con las escenas de sus compañeros caídos, con el horror, y despierta angustiado ¿Qué realización de deseo puede haber allí? Lo podemos encontrar si hacemos un análisis minucioso. Pero lo que allí se pone en juego predominantemente, es que nuestro soldado, soñando una y mil veces con esas escenas de desesperación, intenta descargar y elaborar el trauma vivido. Revive el trauma para lavarlo, diluirlo, simbolizarlo”, sostuvo Díaz Castelli.

El psicólogo denomina a los sueños como un pequeño corto cinematográfico en donde todo lo que ocurre es una proyección de profundos conflictos internos, depositados en los personajes y en la trama onírica. Un sueño es un verdadero jeroglífico con un sentido oculto y es la tarea de cada uno descifrar y simbolizar eso que, en principio, se presenta como algo ajeno e incoherente para la conciencia.

“Descubrir el sentido de los sueños es acceder un mundo olvidado, pero rico como pocos, a una parte de la historia que ha sido reprimida por insoportable. No olvidemos: recordar es la mejor manera de olvidar y sanar. Escuchemos a nuestro inconsciente, que se expresa. A veces, los sueños pueden despertarnos”, describió Díaz Castelli. (Fuente infobae.com)