Las tradiciones tiran fuerte en Argentina, a tal punto que las empanadas, uno de los platos más emblemáticos de nuestra revolución patria, es también el más pedido a domicilio. Inmortalizadas en muchas de las imágenes de las revistas para chicos de los días de la Independencia Nacional, así como en la Revolución de Mayo, hoy siguen siendo una imagen muy común, en restaurantes, en reuniones entre amigos o familia, así como en los puestos callejeros que las siguen juntando en canastas de mimbre como en 1810.
A diferencia de otros países como Brasil, donde la pizza es el plato más solicitado a domicilio, según las estadísticas de la firma PedidosYa, en Argentina la empanada es el delivery más popular de todos. Esto confirma esa irrevocable pasión nacional por este plato que comparte una característica con la pizza: la posibilidad de rellenarlas con lo que sea, por lo que a la hora de pedir podemos dejar contento a todo el mundo.
Los pedidos a nivel latinoamericano son muy variados, en Colombia los panchos y las hamburguesas son el plato más popular. Esa pasión por los discos de carne también se comparte con Paraguay y Bolivia, donde las hamburguesas reinan. La pizza también encuentra fanáticos en Perú, Uruguay (donde tienen variantes tan raras como una sin queso conocida como común) y Ecuador. Los chilenos por su parte prefieren el Sushi, la joya del Japón que sin dudas encuentra muy útil tener salmón rosado fresco, un pescado muy popular del otro lado de la Cordillera de los Andes.
Un plato milenario
Las empanadas tienen su origen en la antigua Mesopotamia, la cuna de la civilización moderna, es también el punto de génesis de platos como los pastelitos (aunque no tan desarrollados como ahora), así como el pan. Los árabes solían rellenarlas de carne y cebolla, pero también solían condimentarlas con lo que tuviesen a mano, ya que solían ser un producto que se llevaba en los viajes y debía durar todo lo posible.
Fue así que llegaron a España, en las alforjas de los camellos de los árabes que solían ir a comerciar a la Península Ibérica, encontrando un muy buen mercado para sus productos gastronómicos. Con las posteriores invasiones de los moros a España, el plato terminó arraigándose de tal manera, que incluso cuándo los gallegos recuperaron su tierra, quedó como parte de su gastronomía.
Naturalmente, con la llegada de los españoles a estas tierras, las trajeron consigo, convirtiéndose rápidamente en uno de los platos más populares entre los porteños y luego en todo el territorio nacional, hasta la fecha. Tanto es así, que hoy se puede encontrar casi una variante por provincia de este plato, siendo las de carne picada y cortada a cuchillo una de las más populares.
Las salteñas también ganaron mucha popularidad gracias al turismo, preparadas con carne cortada a cuchillo, mucho pimentón y papa hervida, son una delicia muy jugosa a probar al menos una vez en la vida. Las tucumanas, que muchos confunden con la empanada común de carne, llevan carne de matambre cortada a cuchillo, bastante cebolla y no llevan pasa de uvas, según la receta oficial.
