Dicen que el descanso presidencial, a 15 días de asumir, es “lógico” por el cansancio de la campaña. Y relativizan: “Vuelve pronto y no se fue del país”.
En el Gobierno nacional nadie discute acerca de las vacaciones ni del momento que Mauricio Macri eligió para tomar un descanso junto a su familia en un country de Villa La Angostura. Mientras en algunos espacios de la oposición se cuestionó esta decisión, hacia el interior del PRO no se ve con malos ojos que el Presidente se hay alejado, por lo menos en distancia, de los problemas de la gestión diaria.
“Es lógico que se tome vacaciones luego de más de un año de campaña ininterrumpida”, defendió un hombre con despacho en la Casa Rosada. El estrés del proselitismo electoral y de los días previos a la asunción son argumentos válidos en el entorno presidencial para justificar el descanso deMacri en el sur del país.
Incluso, cuando esta situación se dio a 15 días de asumir la Presidencia. Es cierto que en los primeros días de gestión el Presidente tuvo una agenda cargada, repleta de actividades y de anuncios, pero también lo es que no es común que un mandatario delegue sus funciones a menos de una quincena de asumir.
De todas formas, hacia el interior del Gobierno nacional no hay pases de facturas ni nadie cree que el líder del espacio “desapareció”. Más bien todo lo contrario, se piensa que las vacaciones son “merecidas” y que “cuando tuvo que volver para estar” –mencionan el viaje hacia Concordia para visitar zonas afectadas por la inundación- el titular del Ejecutivo no lo dudó e interrumpió su descanso.
“Una cosa es (Daniel) Scioli y sus ministros, que vieron como sube el agua y se fueron de vacaciones igual”, recordó un legislador en referencia al viaje que realizó el ex gobernador a Europa mientras Buenos Aires se inundaba. El mismo diputado consideró que “la diferencia es que el Presidente se fue a La Angostura, no se fue a otro país y mandó al vice y cinco ministros”.
“Cuándo se inundó la provincia de Buenos Aires nos pegaron porque fue (María Eugenia) Vidal y se puso las botas, pero Aníbal Fernández no fue,Randazzo tampoco… No fue ninguno”, evaluó un funcionario nacional.
En el PRO entienden, entonces, que no es necesario que Macri esté presente físicamente en cada problemática. En el caso de las inundaciones, en el búnker amarillo destacan que el Presidente envió a Gabriela Michetti(vicepresidenta), Marcos Peña (jefe de Gabinete), Carolina Stanley (Desarrollo Social), Rogelio Frigerio (Interior) y Ricardo Buryaile (Agricultura) a recorrer zonas inundadas, dialogar con los afectados y evacuados, y ponerse a disposición de los gobernadores de las provincias damnificadas.
Como en la Ciudad de Buenos Aires, en la Nación el PRO hace gala del “trabajo en equipo” que el partido pregona desde 2007 y que Macri destacó en su discurso ante la Asamblea Legislativa del 10 de diciembre, el primer día de su administración.
Sin embargo, hay quienes indican que la decisión del Presidente de viajar hacia el Litoral y poner en pausa sus vacaciones en el sur fue un “gesto” a tiempo, que sirvió para frenar las “chicanas” de la oposición. “Cuando fue necesario, viajó y estuvo donde estaba el problema. En Concordia lo valoraron”, resaltó un integrante del gabinete nacional. (Fuente letrap.com)
